EL QUIOSCO
Víctor Morales

“Muerte con olor a corrupción”



Aunque la salud es un derecho consagrado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la estructura gubernamental del estado encabezada por el nieto del doctor  Manuel Velasco Suarez, no se ha preocupado por garantizar que los hospitales,  clínicas y laboratorios privados que operan en Chiapas, cumplan los protocolos médicos a cabalidad.
La muerte de un menor de 12 años de edad, a consecuencia de una negligencia médica en los servicios privados de la Clínica de Masajes Monsterrat, de San Cristóbal de las Casas, deja al descubierto que la mayoría de  acciones negligentes y malas prácticas tanto de médicos como de las empresas prestadoras de servicios de salud en este municipio, se deben a la carencia de supervisión y verificación al funcionamiento y organización de los centros de salud particulares, de parte de la Coordinación de  Protección Contra Riesgos Sanitarios
Es inexplicable como Urias Aníbal Robles Luviano,  titular de esa área dependiente de la Jurisdicción Sanitaria número II Zona Altos, permitió que un maestro de primaria ofreciera los servicios como “medico quiropráctico”, sin contar con un documento oficial que lo avale como tal, representando un peligro latente para los usuarios que optan por los servicios de salud privados.
El asesinato de un infante que le fue suministrada una sustancia anestésica provocándole primeramente muerte cerebral no solo es culpa de Romeo de Jesús Ruiz Flores, sino también de las autoridades de salubridad, que permitieron el funcionamiento de dicha clínica y por ende la de un inexperto sin documentos profesionales que hoy a huido para no da la cara y responder por este homicidio. 
Las acusaciones de extorción y corrupción que durante años le han sido imputadas a Robles Luviano, y que son del dominio público ya están cobrando consecuencias, pues no existe otra explicación más que la de la famosa “mordida”, para haber permitido que un maestro fungiera falsamente como médico.
Son los propios verificadores bajo el mando del Urias Robles, quienes afirman que basta contribuir mensualmente con unos buenos pesos para que este funcionario “trinquetero”, evada su responsabilidad constitucional de verificar que los establecimientos sanitarios cumplan con la normatividad.
Si bien es cierto, que todos esperamos que las autoridades encargadas de la procuración e impartición de justicia apliquen todo el peso de la ley para el responsable de la muerte del niño  Jorge Armando Navarro Morales, también es cierto, que de igual manera se espera y se aplique castigo ejemplar a la omisión de las autoridades de salud por haber permitido la apertura de la Clínica de Masajes Monsterrat, pues en bien sabido que el propietario de la misma no reunía los requisitos tanto al interior del inmueble como profesionalmente pues resulto ser todo un charlatán.
Los hechos están asentados en el acta administrativa numero 746/2013 interpuesta en la mesa uno de la Fiscalia Altos, cuyo titular es la abogada Margarita Moscoso, persona de carrera intachable y sobrada experiencia, lo cual sin duda alguna garantiza un esclarecimiento apegado a la legalidad que responda al clamor familiar de la víctima y de la ciudadanía en general.
Los asesores de  Yony Navarro Morales, que hoy sufre el pesar de la pérdida irreparable de su hijo, deberían de ampliar la denuncia interpuesta ante el agente del Ministerio Publico eh incluir los nombres Leticia Montoya Lievano, jefa jurisdiccional y el del propio Urias Robles, Coordinador del área de Protección Contra Riesgos Sanitarios, ellos también son responsables por no haber clausurado a tiempo el establecimiento que ya cobro la muerte de un niño totalmente inocente a los sobornos y extorciones altamente monetarios que acostumbran a exigir y recibir estos dos empleados del gobierno de Manuel Velasco Coello,  que con su actuar ensucian la administración publica.

SUPER EXPRES
Todos unos roedores con cola, a bordo de motocicletas y especialistas para el hurto resultaron ser los repartidores del establecimiento denominado Súper Exprés, que se ubica en el barrio de San Ramón.
Resulta ser, que si usted hace algún pedido por la tan ya conocida línea de atención a clientes 678-78-78, aparte de que atienden muy mal en el horario nocturno, en ocasiones tardan en llegar a su domicilio, le llevan los productos que no solicito usted vía telefónica y lo peor de todo que quien entrega el pedido no le deja el ticket de compra y se queda con una parte del cambio.
Fui personalmente hace unas semanas para tratar este asunto pero no encontré al gerente,  me atendió el encargado de la caja quien se disculpó e intentó hacerme entrega de la cantidad que el señor de la moto se robó.
La empresa debería de seleccionar minuciosamente a su personal y en la contratación solicitarles la carta de antecedentes no penales, a fin de verificar que sean personas honradas que no se disfrazaran de repartidores para cometer actos delincuenciales.
Por cierto, sería bueno investigar a fondo quien le permite a Súper Exprés vender alcohol las 24 horas tanto en el propio establecimiento como a domicilio, pues la ley de salud establece y fija horarios límites para la venta de bebidas embriagantes así como para mantener abiertas las puertas de quienes se dedican a estos giros.
¿Por qué Súper Exprés no respeta el horario de funcionamiento y vende licor  a granel durante las 24 horas del día?
La respuesta más elocuente en este tema podría ser la famosa “mordida mensual”, la misma que Urias Anibal Robles Luviano acostumbra a cobrar a los empresarios por medio de sus verificadores para brindarles impunidad y permitirles que mañana, tarde y noche intoxiquen a la población con la venta desmedida de alcohol.
Por cierto, quienes también ya están artos son  los propietarios de los antros del centro de San Cristóbal de las Casas,  pues ya no aguantan a este rufián investido con la figura de coordinador de Protección Contra Riesgos Sanitarios.
Los empresarios se quejan constantemente de ser acosados y extorsionados con grandes cantidades de dinero por este sujeto quien también tiene la fina costumbre de embriagarse sin liquidar las cuentas, importándole un comino la disposición del Ejecutivo del Estado para que ningún funcionario estatal ingrese a las cantinas, antros, bares o discotecas, mucho menos que abusen de los dueños para chantajear con el cargo que ostentan, como lo hace Robles Luviano.
Según nuestras fuentes, los dueños de los negocios ya están hasta la coronilla, ya no soportan al briago funcionario de salud, por ello, se han asesorado de un despacho jurídico para elaborar una denuncia e interponer su queja ante las autoridades judiciales correspondientes… Envíeme sus denuncias, comentarios y sugerencias al correo electrónico ahuizote_@hotmail.com NOS VEMOS.

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